El Termómetro-¿Qué es World Color y cómo fue la lucha para recuperar la empresa?
Maximiliano Zuasnabar- Es una empresa gráfica que estaba en el Parque Industrial de Pilar desde 1992 y que comienza con otros nombres -como Antártica-, por ejemplo y que por último toma el actual nombre de World Color.
En el año 2015 la planta cierra. Uno de los grandes motivos fue que las guías telefónicas dejaron de existir y eso generó la caída del 60% de la producción de la fábrica. La tecnología avanzó demasiado en estos años y muchas cosas se hacían en papel, hoy se hacen de manera digital.
En el cierre no se hicieron los procesos legales correspondientes, sino que de un día al otro se les mandó telegramas a todos los trabajadores. Fue en esa oportunidad que empezamos a discutir y poner en debate cuáles iban a ser las acciones a seguir.
La economía no parecía prosperar, más bien era bastante crítica y fue así que decidimos poner la gráfica a producir bajo control de nosotros, los trabajadores.
T- Existió una lucha muy importante hasta llegar a la tranquilidad en la que vive la empresa dentro de los parámetros laborales. ¿Cómo fueron esos esos momentos?
Z- Si bien nosotros pusimos a producir la fábrica y ya nos habían otorgado la cooperativa, el predio no era de los trabajadores; seguía siendo de la empresa. Tuvimos alrededor de 6 pedidos de desalojo, donde fundamentamos en todos los juzgados cual era la razón por la cuál habíamos hecho funcionar la fábrica. Previamente la empresa había entrado en concurso de acreedores. Observamos maniobras raras, ciertos gastos que tenían otras empresas de la firma y que los pagaba World Color. Hicimos la denuncia en la fiscalía de Pilar y eso nos ayudó a que no nos desalojaran y el gran apoyo de muchos trabajadores de distintos sectores.
T-¿Es cierto que mucho tiempo tuvieron que vivir prácticamente en la fábrica y durmiendo por turnos?
Z- Si, el primer año fue así. Estar haciendo guardia constantemente en la planta. Con amenazas de desalojo en todo momento. Recibí denuncias por tomar la fábrica, por estar en un lugar que decían que no era mío. Había una persecución completa hacia los trabajadores y con las amenazas constantes de desalojo nos complicaba a la hora de la producción, ya que esta situación generaba inseguridad a los clientes.
Pero hubo diferentes clientes y también el año electoral nos ayudó mucho por la impresión de folletería. Varios partidos se solidarizaron con nosotros, entre ellos Autodeterminación y Libertad de Luis Zamora, el Frente de Izquierda y algunos otros partidos más que habían decidido apoyar nuestra lucha. Eso fue lo que nos dio un poco de aire y fuerza para seguir. La verdad es que era una empresa muy grande, y había un desgaste también por parte de los trabajadores que afrontaban problemas día a día.
Llegamos a un acuerdo con la empresa que solicitaba el predio y nos cedieron las maquinarias, insumos y un traslado para poder mudar la fábrica al lugar en el que hoy estamos.
T- ¿Cómo viven la compleja actualidad de la economía Argentina?
Z- Siempre remarco que nosotros no estamos ajenos a la realidad en la que vive el país. Hay que destacar que nos tocó dirigir una fábrica en un contexto de crisis que viene desde el 2015, proceso en el cual se cerró la fábrica. Pero no fuimos los únicos, también habían cerrado la ex Donnelley. Hoy la cooperativa Madygraf recuperada por sus trabajadores, les tocó a AGR- Clarín, a La Nación entre otras empresas.
Hace 4 años que la gestionamos y es para destacar el coraje, el valor de los compañeros, la astucia para manejar una empresa tan importante.
T- ¿Qué fue lo que más les costó a la hora de dirigir una empresa?
Z- Veníamos de una organización sindical dentro de la fábrica en la que había bastante unidad, entonces de alguna manera teníamos ya un equipo de trabajo conformado.
Rompimos el prejuicio de que una empresa no puede ser dirigida por sus trabajadores. Sí nos complica la situación económica.
No nos tocó un momento de crecimiento sino que todo lo contrario.
Los aumentos, ya sea por suba de dólar, tarifas energéticas que salen de nuestros bolsillos. Estos incrementos no se pudieron trasladar al cliente, porque prácticamente nos quedaríamos sin trabajo.
T- ¿World Color podría irse de Pilar?
Z- A finales de agosto se nos vence el contrato de alquiler y estamos analizando qué hacer. Probablemente no vayamos a renovar por el fuerte incremento en el alquiler. Tenemos el ofrecimiento de un lugar en la cooperativa Madrigaff ubicada en Garín.
Nuestra intención y deseo es quedarnos en Pilar ya que toda nuestra historia está acá. Más allá de que vivimos en la localidad, siempre peleamos por nuestros puestos de trabajo en Pilar y apostamos a Pilar para seguir generando más puestos de empleo.
T- ¿Van a mantener la cartera de clientes si la mudanza se concreta?
Z- Vamos a mantenerla, claro. Garín es muy cerca, así que vamos a seguir manteniendo relación con todos los clientes.
Obviamente que los trabajadores seremos los mismos pero lo que a uno le duele es que estamos arraigados acá en nuestra ciudad y la idea que tenemos no es solamente mantener los puestos de trabajo sino aumentarlos, y seguir apostando a Pilar como lo hicimos desde el primer momento.
Nosotros al pagar un alquiler en Pilar, impulsamos la economía local. De hecho fue nuestro eje de campaña para que la Municipalidad del Pilar nos cediera trabajo.
De esa manera se genera empleo directo para los trabajadores de la cooperativa e indirecto a los que están alrededor nuestro: el restaurante de la esquina, el propietario del lugar al que le alquilamos, al almacén que nos vende para comer; en fin, se genera un círculo virtuoso de empleo.