Inti Zen: Oriente y Occidente en una misma experiencia

Charlamos con Guillermo Casarotti, emprendedor y fundador de la firma Inti Zen. Su producción incluye marcas icónicas como Inti Zen, Chamaná y Koo!.

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Guillermo Casarotti es una de esas personas que uno puede considerar un emprendedor de raza. Creador y fundador de la marca de Té Inti Zen, empresa que nació durante la crisis del 2001, luego de que Guillermo dejara de trabajar para firmas multinacionales dentro del área de marketing.

Ubicada en la localidad de Del Viso la empresa cuenta con un edificio de 600 metros cuadrados, donde funciona la planta de envasado. Desde 2005 Inti Zen exporta sus productos a Brasil, Chile, Venezuela, Uruguay, Perú, Colombia, Ecuador, Paraguay, Costa Rica, México, Panamá, Canadá y EEUU, también a Francia, Alemania, Portugal España, Italia y Emiratos Árabes.

Un soñador, como él mismo se define, aprendió de las crisis y con su experiencia lleva adelante una de las pocas empresas B de la Argentina, certificada a nivel mundial por BLab (Organización que redefine el sentido del éxito en una empresa. Solucionando problemas sociales y ambientales a partir de productos y servicios que se comercializan).

El Termómetro- ¿Qué es Inti-Zen? ¿Cómo surge y qué significa el nombre?

 

Guillermo– Somos una empresa que hacemos saquitos de té de buena calidad.

Yo trabajé mucho tiempo en multinacionales y me encantó, pero llegó un momento de mi vida donde quise hacer algo propio. Me motivó hacer las cosas como yo las soñaba e imaginaba. Tener un equipo de gente que trabajara de cierta forma, crear un cierto ambiente, ofrecer un producto de excelencia. Como consumidor de té, me fascina la idea de combinar oriente y occidente.

La empresa nació durante la crisis del 2001, mientras trabajaba para una multinacional que ponía freno a las inversiones. Yo sentía que dentro del departamento de marketing me aburría. Mi cabeza seguía funcionando y me daba cuenta de que en las góndolas no estaba el té que a mí me gustaba. De repente leyendo una revista veo que una chica hacía unos tés increíbles y ahí empecé a soñar e imaginar. Así fue que todo comenzó a girar. Pensé una marca de té donde pudiera sacar cosas del oriente y juntarlas con ingredientes latinoamericanos. Ahí surge el nombre Inti Zen. Inti representa al Sol para la cultura Inca. Es la energía de la tierra a través de sus frutos, flores y especias. Mientras que lo Zen viene de India, de la ceremonia, del ritual. Fusionamos ingredientes latinoamericanos con un delicado Té de la India.

Al inicio toda la familia hizo recortes y puso mucho de sí para embarcarse en un proyecto, que por nuevo generaba mucha incertidumbre, sumado a la situación económico-social en la que vivía el país en 2001.

A pesar de este marco Guillermo tenía puesta toda su fe en lo que había observado como precedente de la cultura espiritual que se inserta cada vez con más fuerza en la sociedad a nivel mundial.

“Si temblas por todo lo que dicen y te dejas influenciar por la coyuntura económica y los miedos de los demás, estás muerto. Yo tenía una corazonada de que esto iba a funcionar. Si a mí, como primer cliente, me gustaba lo que estaba haciendo no podía fallar”, nos cuenta Guillermo.

Para ver la nota completa, busca la Revista del Termómetro en los comercios de Pilar.