Tras el apagón de Atucha I, la Justicia investiga las causas que provocaron el mismo, dejando sin luz a gran parte de la zona metropolitana de la provincia de Buenos Aires.
Una de las teorías analiza la posibilidad de sabotaje, demostrando así la intencionalidad de dicho acto.
Los bomberos de Pilar coordinaron fuerzas y mantienen los focos ígneos controlados a través del trabajo mancomunado mediante dos helicópteros con hidrobaldes y una unidad móvil