Alejandro Gómez, campeón del mundo y reciente refuerzo del Monza después de rescindir su contrato con el Sevilla de España, podría enfrentar una suspensión de dos años. Esta decisión se produce después de que se filtrara que dio positivo en un control antidopaje realizado en noviembre de 2022, antes de la Copa del Mundo de Qatar. La información proviene del medio español Relevo, que proporcionó detalles sobre el caso.
El positivo ocurrió durante un control antidopaje sorpresa en un entrenamiento del Sevilla. Según la versión del jugador, unos días antes, tomó un jarabe de uno de sus hijos sin consultar a los médicos del club, después de haber tenido una mala noche. A pesar de sus esfuerzos por evitar la sanción y participar en la Copa del Mundo, su futuro profesional a los 35 años ahora se encuentra en una situación complicada.
Tanto el Sevilla como el propio jugador eran conscientes de que el resultado positivo del control antidopaje había llegado a la UEFA meses antes y que la notificación de una posible sanción de dos años se produjo esta semana. El club español decidió prescindir de los servicios de Gómez debido a su situación y la inminente suspensión en el fútbol.
En cuanto a la responsabilidad del jugador, se revela que, a pesar de sus alegaciones para evitar la sanción, las reglas antidopaje son claras, y es responsabilidad del propio futbolista consultar la Lista de Prohibiciones de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). Argumentar que un médico le asesoró incorrectamente no le eximirá de las posibles consecuencias, ya que el futbolista es en última instancia responsable de lo que ingresa en su organismo.