El dispositivo consta de tres partes: una pulsera y dos controles, al agresor se le coloca la pulsera y uno de los controles, y se le entrega a la víctima el otro control. Este sistema trabaja de forma distinta al botón antipánico, ya que anticipa el contacto del agresor. Además, se activa en caso de que el agresor intente romper o sacarse la pulsera.
Cabe señalar que una vez que se coloquen las primeras pulseras, desde el Municipio se solicitarán, progresivamente, más dispositivos a la Provincia.
Para garantizar el correcto funcionamiento del dispositivo, desde el área de Género junto con el Instituto Provincial de Género y Diversidad Sexual, se mantuvieron hoy diferentes reuniones con jefes policiales, la Físcalía de Género y juezas de familia, para dialogar sobre el trabajo articulado e implementación de este nuevo sistema que ya entró en vigencia.