«La mala ventilación de los ambientes, el mal funcionamiento o la inadecuada instalación de artefactos o el uso de estos aparatos determina que se puedan provocar intoxicaciones» agregó Valentinuz.
Cabe señalar que debido a que este gas no posee olor, ni color, ni sabor y tampoco irrita los ojos ni la nariz, es imposible de detectar su presencia en el ambiente. Por lo tanto, es importante conocer las pautas de alarma y los síntomas que se pueden presentar.
¿Cómo reconocer el monóxido de carbono en el ambiente?
– Coloración amarilla o naranja de la llama, es signo de mala combustión y generación de monóxido.
– Aparición de manchas, tiznado o decoloración de los artefactos, sus conductos de evacuación o alrededor de ellos
¿Cuándo sospechar de una posible intoxicación con monóxido de carbono?
Cuando una o varias personas al mismo tiempo, que estuvieron en un ambiente cerrado, presentan dolor de cabeza, mareos, debilidad, náuseas o vómitos, pérdida del conocimiento, convulsiones, dolor de pecho y palpitaciones.
Los niños, los pacientes con enfermedades cardíacas crónicas, anemia o problemas respiratorios y las embarazadas deben ser especialmente cuidadosos ya que son más susceptibles a estos cuadros.
Cuando se presentan signos de intoxicación, retirar a la persona del lugar contaminado con el gas, hacerle respirar aire fresco y llevarlo al Hospital o al Centro asistencial más próximo, aunque haya recuperado el conocimiento
¿Cómo prevenimos la intoxicación por monóxido de carbono?
– Es elemental que se controlen el buen funcionamiento de artefactos por personal matriculado, así como es importante mantener los ambientes bien ventilados.
– Si se encienden brasas o llamas de cualquier tipo, no dormir con éstas encendidas y apagarlas fuera de la casa.
– No usar el horno u hornallas de la cocina para calefaccionar el ambiente.
– No mantener recipientes con agua sobre la estufa, cocina u otra fuente de calor.
– El calefón no debe estar en el baño, ni en espacios cerrados o mal ventilados.
– No encender motores a combustión (grupos electrógenos, motosierra, etc.) en ambientes cerrados, en sótanos o garajes.
– No mantener el motor del auto en funcionamiento cuando el garaje está cerrado. Si el garaje está conectado al resto de su hogar, se aconseja cerrar las puertas.
– Comprobar que los ambientes tengan ventilación hacia el exterior.
– Ventilar toda la casa una vez al día, aunque haga frío.
– Dejar siempre una puerta o ventana entreabierta, tanto de día como de noche, y aun cuando haga frío.