Francisco pasará a la historia no solo como el primer Papa latinoamericano y jesuita, sino también como el primer Papa argentino, un hecho que transformó profundamente la identidad de la Iglesia Católica y proyectó a la Argentina a un lugar central en el escenario religioso y geopolítico internacional.
Una despedida histórica desde Roma
El deceso se produjo a las 7:35 de la mañana (hora local) en su residencia del Vaticano, la Casa Santa Marta. La confirmación oficial llegó de la mano del cardenal Kevin Farrell, quien leyó un emotivo mensaje:
“Esta mañana, el obispo de Roma, el Papa Francisco, regresó a la casa del Padre. Toda su vida estuvo dedicada al servicio del Señor y de Su Iglesia.”
El pontífice había sido dado de alta el pasado 23 de marzo tras una prolongada internación por una neumonía severa, que lo mantuvo hospitalizado durante 37 días. Aunque su salud seguía siendo delicada, este domingo hizo una última aparición pública durante la misa de Pascua en la Plaza de San Pedro, donde impartió su tradicional bendición Urbi et Orbi, visiblemente debilitado pero espiritualmente firme.