La convocatoria de la CGT al segundo paro general contra el gobierno de Javier Milei, programado para el 9 de mayo, refleja un clima de tensión entre los sindicatos y el gobierno. La decisión se tomó rápidamente después de un encuentro entre la cúpula sindical y funcionarios nacionales, donde se discutieron las políticas salariales y laborales.
El argumento principal detrás del paro es la preocupación de los sindicatos por la liberación de los salarios y la falta de límites en las negociaciones. Los líderes sindicales expresaron su rechazo a que se pretenda limitar los aumentos salariales y destacaron la necesidad de proteger los intereses de los trabajadores en las negociaciones.
Hubo un debate interno en la CGT sobre el momento adecuado para convocar al paro, con sectores que preferían esperar después del 1° de mayo para evaluar la respuesta de las bases. Sin embargo, la fracción más combativa optó por llevar a cabo la medida de fuerza cuanto antes.
