Hospital Universitario Austral lleva adelante un Programa de Cirugía Fetal 

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Unos 400 niños al año nacen con esta malformación, denominada médicamente mielomeningocele. Con el objetivo de generar conciencia sobre este tema e informarse, el 25 de octubre se celebra el Día Mundial de la Espina Bífida.

“En los casos con diagnóstico prenatal oportuno y ausencia de otros factores de riesgo, la cirugía fetal antes de la semana 26 puede mejorar significativamente las condiciones de vida de estos niños”, explicaron los doctores Adolfo Etchegaray y Daniel Russo, co-directores del Programa de Cirugía Fetal del Hospital Universitario Austral.

Este defecto congénito afecta con mayor frecuencia las últimas vértebras de la columna, dejando expuestos los nervios que controlan la movilidad de las piernas y la contractilidad de la vejiga y el recto, produciendo parálisis e incontinencia. Este deterioro es progresivo a lo largo del embarazo. “Es una de las principales causas de discapacidad motriz. Además, en la Argentina es la novena causa de muerte neonatal”, aseguró el Dr. Etchegaray, Jefe de la Unidad de Medicina Fetal.

Otra de las temidas consecuencias de esta anomalía es el desarrollo de hidrocefalia congénita.

Después de haber aprendido la técnica necesaria en modelos animales y en humanos en centros líderes en el exterior entre los años 2007 y 2014, un equipo multidisciplinario del Hospital Austral ofrece este tratamiento desde principios de 2015, habiendo operado a más de 10 fetos con esta patología. 

El Dr. Daniel Russo, Jefe de Cirugía Infantil del Hospital, explicó que, “si bien se usan como base las técnicas desarrolladas originalmente, nuestro equipo ha introducido algunas modificaciones en la técnica que han facilitado la apertura uterina, y ahora están empezando a aplicarse en centros de EEUU como el Hospital Cincinnati Children´s, con quienes tenemos un convenio de colaboración en investigación en esta área».

Debido a que esta patología genera un deterioro químico y mecánico progresivo de la médula espinal, es importante que el diagnóstico prenatal sea precoz para permitir la derivación oportuna de la paciente al equipo de Medicina Fetal.

Luego de la operación, se realiza un seguimiento especializado del embarazo y una evaluación continua del bebé posterior al nacimiento. Un mes después de la cirugía ya pueden verse los cambios mediante una resonancia fetal.

Esta nueva intervención ya es una realidad en nuestro país y busca mejorar la calidad de vida de los niños afectados y  sus familias.