En este jueves se llevó a cabo la segunda sesión del año en el Honorable Concejo Deliberante del Pilar. Duró casi 5 horas y en donde se aprobaron ordenanzas en pos de la protección de la mujer. Dichas ordenanzas fueron aprobadas por unanimidad y fueron las siguientes: el beneplácito a la Ley Brisa n° 27452, la Ley Johanna (proyecto de ley 1420- d/19 y la Ley Micaela n° 27499
Al respecto la concejala del Frente de Todos dijo: “Podemos decir que estamos haciendo justicia al ir equilibrando la balanza en cuanto a las postergaciones que las mujeres hemos vivido a través de la historia. Especialmente en ámbitos de la política pública y de la gestión gubernamental”.
Leyes cargadas de dolor
A pesar de dicha aprobación González remarcó el dolor que existen detrás de dichas implementaciones: “Si bien estas son instancias a destacar, no deja de estar planteado en un entrecomillado. Cada una de estas leyes tiene detrás de sí una experiencia cargada de dolor. Con pérdidas irreparables que generan impotencia e indignación, ya que lo que subyace, sin duda alguna, es una cultura patriarcal que tiene a las mujeres ubicadas en un lugar de objeto y de subestimación”, y agregaba: “Pudimos ver en Brisa, a tantas otras niñas y otros niños que quedaron despojados de la posibilidad de ser criados por sus propias madres, cuando la violencia machista les arrebató la vida en familia. Pudimos plantear una reparación económica, asegurar la atención médica y acceso a la salud. Aunque este último punto ha quedado sin reglamentar en la Ley 27.452 y debe ser abordado a la brevedad”.
Subrayó el hecho de empatizar con las víctimas y sus familias: “Nos logramos poner en el lugar de las madres que sufrieron violencia obstétrica. Cuando Johanna levantó su voz y nos contó cómo se vivencia la pérdida de un bebé en un embarazo avanzado, quedando con una de las sensaciones de vacío más tremendas; viendo que la vida que engendró se escurre inexplicablemente, ante lo cual se planteó legislar sobre procedimientos de atención de la salud a la persona gestante que afronta una muerte perinatal.
Reivindicar la banderas del #NiUnaMenos
Remarcó también la lucha por el Ni Una Menos llevada a cabo por mi Micaela:“Nos quedamos sin palabras. Cuando una joven militante, llena de vitalidad, que llevaba el estandarte del NI UNA MENOS, terminó su corta historia de vida de la manera más cruel y degradante; mientras luchaba para que las desigualdades de género y la prevención de femicidios fueran encaradas por el Estado con acciones concretas. Fue entonces, que se le dio su nombre a la ley que debe garantizar la capacitación en temas de género en los distintos estamentos gubernamentales”, y finalizaba: “Hoy debemos honrar sus nombres, respetar sus historias que son el reflejo de otras cientos o miles de historias de vida, parecidas; que se transitan, cada día, en distintos ámbitos y en cada rincón de nuestro territorio”.
