El relevamiento expone una particular contracción en el sector de pequeñas y medianas empresas, las más afectadas por la crisis laboral. En el mismo período, estas compañías con menos de 500 empleados redujeron su dotación en 98.819 trabajadores, lo que representa el 42,5% de la destrucción total de empleo. Además, el número de empleadores en este segmento cayó en un 99,5% (11.128 empresas menos).
Sin embargo, el informe detalla que la pérdida de empleo ha sido más severa en las grandes empresas, aquellas con más de 500 empleados, que concentraron el 57,5% de la reducción de puestos de trabajo, con una caída de 133.886 trabajadores. Pese a este retroceso, en junio se registró un aumento intermensual de 2.603 empleos, impulsado por un crecimiento en las nóminas de las grandes empresas, que sumaron 52.471 puestos. A pesar de esta leve recuperación, la tendencia general ha sido negativa.
En términos porcentuales, las grandes empresas vieron una disminución de personal del 2,80%, mientras que las pymes redujeron su dotación en un 1,95%.





