El foco de la empresa en esta ronda de negociaciones está puesto en la mejora de la eficiencia. Aerolíneas Argentinas ha solicitado que los sindicatos cedan en puntos clave de los convenios, como la eliminación del beneficio de traslado en remises para pilotos y tripulantes y la reducción de los intervalos de descanso entre vuelos, que actualmente superan los mínimos establecidos por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC). Fuentes de la empresa han indicado que estos aspectos del convenio representan costos significativos y obstaculizan la competitividad.
De no alcanzarse un acuerdo, Aerolíneas Argentinas advirtió que podría presentar un Procedimiento Preventivo de Crisis de Empresa (PPCE), un mecanismo que le permitiría suspender o despedir empleados debido a una disminución del trabajo o por causas de fuerza mayor. Según fuentes de la empresa, se ha avanzado en la documentación necesaria para presentar el PPCE en caso de que las negociaciones no lleguen a buen puerto. Durante el tiempo que dure este procedimiento, los empleados no podrán tomar medidas sindicales, lo cual sería un respiro para Aerolíneas, que ha enfrentado 14 paros aeronáuticos en lo que va del año, con pérdidas estimadas en 26 millones de dólares.
La posibilidad del PPCE no afectaría los planes del Gobierno para avanzar en una eventual privatización de la aerolínea de bandera. Sin embargo, desde la Casa Rosada han dejado entrever otras alternativas en caso de que no haya interesados en adquirir la empresa. Entre las opciones barajadas, figuran la posibilidad de entregarla a los propios trabajadores para que asuman su administración o incluso el cierre definitivo de la compañía.