La historia de la celebración del Día de la Mujer el 8 de marzo no se debe a un hecho histórico en particular como se cree, sino que se trata de una fecha instituida por la ONU en 1977. El 8M es la acumulación y la síntesis de muchos hitos que se dieron un siglo antes de su institución:
-En 1848 Las norteamericanas Elizabeth Cady Stanton y Lucretia Mott congregan a cientos de personas en la primera convención nacional por los derechos de las mujeres (Nueva York).
-1909 El 28 de febrero se celebró en todo EEUU el primer Día Nacional de la Mujer, y se siguió celebrando el último domingo de febrero hasta 1913
-Un año más tarde En Copenhague (Dinamarca), cientos de participantes de 17 países reunidas en la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas deciden organizar anualmente una jornada de la mujer teniendo por mira reforzar su lucha por obtener el sufragio femenino universal.
– Ya en 1911 se celebra el Día Internacional de la Mujer el 19 de marzo en numerosos países europeos y en Estados Unidos. Además del derecho de voto y de ocupar cargos públicos, exigieron el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.
Pero a pesar de que estos hitos guardan estrecha relación con los derechos de las mujeres, la sociedad del consumo logró que esta fecha tan importante se vuelva un día marketinero. Durante décadas, para el grueso de la sociedad, el Día de la Mujer quede reducido a un ramo de flores, una salida, un regalo sexista como ropa o maquillaje.
No fue sino hasta la llegada de Ema cuarta Ola Feminista a partir del 2010 que se logró destruir esa pantalla que pusieron enfrente para evitar construir conciencia social acerca de la importancia de la lucha por los derechos de las mujeres y el colectivo LGBT+.
En nuestro país, la cuarta Ola irrumpió con fuerza en 2014 con el primer #NiUnaMenos y La campaña por el aborto legal que había comenzado con la presentación del proyecto de ley por primera vez en 2008 y se aprobó en nuestro país 12 años después (2020).
Ni Una Menos en América Latina y la Marcha de las Mujeres de Washington son el emblema de un nuevo movimiento feminista transnacional, antirracista, antiimperialista, antineoliberal y anti-heteronormativo y del nacimiento de una nueva era de la política.
Estos acontecimientos fueron parte del comienzo de una etapa de fuerte ampliación de derechos para las mujeres y disidencias.
No debemos perder de vista que, en Argentina, la distribución de tareas domésticas o tareas reproductivas entre los géneros es marcadamente desigual. Las mujeres realizan el 75% de estas tareas, mientras que los hombres, realizan solo el 25%.
Según un informe publicado por la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía el año pasado, el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado representa un 15,9% del Producto Bruto Interno (PBI).
Además, el informe precisa que en tiempos de aislamiento por la pandemia de COVID-19, el trabajo de cuidados en tiempos de aislamiento pasó a representar alrededor del 21% del PBI, casi 6 puntos más que antes.
Así también en 2021 en materia de ampliación de derechos.
-Se promulgó la ley de paridad de género en los medios de comunicación del ámbito estatal.
-Se sancionó la ley de cupo laboral trans en junio del mismo año con amplio consenso del congreso.
-Se dio la esperada reglamentación de la ley de detalles para evitar la discriminación de los cuerpos diversos.
-El estado Nacional incorpora el DNI no binario justo antes de las elecciones legislativas 2021.
Estos eventos en conjunto con la creación del Ministerio MGYD en 2020 han sido realmente de avanzada para nuestro país y para Latinoamérica. Sin embargo, queda aún mucho camino por recorrer. La lucha por la igualdad sigue siendo un terreno desigual en el que la responsabilidad sigue recayendo en las mujeres.





